El río que se secaba los jueves (y otros cuentos imposibles), de Víctor González

Ilustración de Pablo Amargo. Pulsad para ampliar.

LOS PATOS DE CHELM

Este cuento no es mío sino de Samuel Tenenbaum, pero es tan bueno que lo pongo aquí igual.

«Los habitantes de Chelm conocen una manera infalible de distinguir un pato de una pata. Le tiran un trozo de pan. Si el pato correo en su busca, es pato; si es la pata la que corre a buscarlo, es pata.»

Este libro de ¿cuentos? (Anaya, 2006) sorprende, provoca, incita y despierta. Está ilustrado con imágenes sugerentes de Pablo Amargo, de tonos oscuros, que juegan mucho con la repetición. Ofrece posibilidades muy distintas, que pueden tanto arrancarte la carcajada como pedirte que dejes el libro para otro momento más despejado; en eso (y algunas otras cosas) me recuerda sobre todo a Gómez de la Serna, alias Ramón. Como buen plato sabroso y cargado de sugerencias, quizá no sea lo mejor para todos los días (o dicho de otro modo: quizá no es para leer sin parar, como una novela); pero a diferencia de Adrià, el precio es para todos los bolsillos, así que no hay excusa para perdérselo…

10 Respuestas a “El río que se secaba los jueves (y otros cuentos imposibles), de Víctor González

  1. Se nota cuando una editorial pone todo su empeño en un proyecto, sinceramente esta muy cuidada la presentación del libro, buena encuadernación con tapas duras, una muy buena maquetación, un diseño perfecto, es uno de mis preferidos. No sé si a alguien le pasará lo mismo, pero yo lo releo varias veces, incluso lo dejo en distintos puntos de la casa y recurro a él en distintas ocasiones. Yo le llamo escritura surrealista y que mejor para acompañar este libro que ilustraciones tan surrealistas como las de Pablo Amargo, con esa doble lectura visual y esas las ilusiones ópticas que tanto nos gustan a nosotros los ilustardores. No hay nada mejor para buscar y pensar que una ilustración de Pablo Amargo.
    Mi más sincera enhorabuena a los dos.
    Besos.

  2. Gracias por tu comentario, Carmina. Es un libro que, a veces, da la impresión de que pueda cambiar de palabras o dibujos según lo hayas dejado en una u otra parte. Cuando lo leía con la intención adicional de preparar la nota, encontraba que en cada relectura, mi preferido era un cuento distinto. Supongo que es propio del humor del texto, el humor blanco del que he oído hablar a Nesquens, un autor con el que me ocurre algo parecido.

  3. Aunque ha pasado bastante tiempo ya desde entonces (!), muchas gracias por la nota que publicaste en 2007 (demasiado elogiosa a mi juicio) sobre mi libro «El río que se secaba los jueves». Me alegro de que te haya gustado.
    Acabo de abrir un blog de cuentos… y otras cosas. Si todavía sientes alguna simpatía por este desagradecido puede echarle un vistazo en: otroscuentosimposibles.blogspot.com
    Un abrazo,

    Víctor González

  4. Hola, Víctor:

    Gracias por el enlace, tomo nota.

    Ah, no suelo interpretar el silencio, y menos aún como desagradecimiento; no veo que en dar una opinión personal haya nada que agradecer. (¿Cuela? En realidad me reconcome la rabia y te he estado haciendo vudú todos los lunes. Eso sí, si algo te picare de martes a domingo, que la crema la pague otro, que en ese caso no he sido yo. )

    Un abrazo 🙂

  5. diana contreras

    hola, donde puedo conseguir el libro del rio que se acaba los jueves…. hay alguna libreria que lo trabaje y m gustaria que me recomendaran algunos otros libros como este …. me gusta saludos ….
    no tarden en responder

  6. diana contreras

    tengo una idea sobre un posible cuento
    sobre un niño que escucha personas que le hablan mendiante los diferentes sonidos que emiten ciertas cosas como los ronquidos de su padre o el tronido de la madera, el sonido de una gota de agua etc….

  7. Reblogueó esto en darabuc.wordpress.comy comentado:

    Kalandraka ha reeditado El río que se secaba los jueves, con la nota editorial de que con su publicación «se inaugura la colección KALANDRAKA+, que apuesta por rescatar grandes obras de la literatura hispana contemporánea». Una buena noticia, sin duda

  8. Roberto Mezquita

    Coincido en tus elogios hacia el libro Darabuc. Sorprende, incita, sugiere y pone las pilas. Curiosamente no conocía a Victor hasta hace un par de meses y de pronto en este espacio tiempo, diferentes personas y compañeros me han alabado su obra. Por algo será.

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