Botánica poética, de Juan Lima, editado por Calibroscopio —me lo recomendó Germán Machado, de El petit tresor— es el mejor libro de poesía para niños que he leído en los últimos años. Pero mejor es una palabra muy vacía, que destaca sin explicar. El mejor también ha sido el Trastario de Pedro Mañas, con ilustraciones de Betania Zacarías, editado por Kalandraka: es el libro que me gustaría escribir cuando sea mayor, por su perfección técnica (métrica y estructural) y diversión verbal (es una bomba lúdica). Botánica poética es el mejor en otros sentidos: el que más me ha movido a querer escribir y más imágenes me ha dejado flotando. Un libro verde que se abre con fotos y pospone los créditos a la última página quizá promete de entrada, pero mi entusiasmo es por haber salido prometido.
*
Una araucaria
un tulipán
cuatro filodendros
medio limón
una semilla de arrayán
un pétalo de rosa mosqueta
millones de microalgas
algunos granos de maní
tres hebras de azafrán
están escondidos
en algún lugar
de este poema
algunos los encuentran
y otros no
como casi todas las cosas
que valen la pena
(para el poeta
jugar es casi un juego)
*
Aparte quizá debería ser obligación nuestra cruzar más el charco. La globalización, la red, la multiplicación de posibilidades, sí, pero en la realidad seguimos sabiendo muy poco y leyendo muy poco lo que se escribe allá. Otro pequeño gran puente es LibreRío de la Plata, en Sabadell. Buscadlos en Facebook o Twitter, su web está ahora de reformas.
*
No insistas: el baobab
no cabe en tu terraza
no insistas: la coliflor no vuela
no insistas: hay más flores que islas
y prohibido romper los cocos
y prohibida la palabra kaki
algunos lectores se ponen de pie
(esto es opcional)
y protestan
todos quisiéramos inventar
un paraíso perdido
(el poeta está ahí
para atender reclamos)
*
Donde menos me ha seducido es en los montajes fotográficos con los que se ilustran los poemas (aunque ¿si el libro se abre con imágenes, no serán los poemas los que las ilustran a ellas?, y también ¿debo separarlos o saber mirarlos en conjunto?). Creo que veo la chispa, y la intención artística de los montajes, pero no me prenden o no las comprendo. No está de más decir, para situar lo anterior, que estoy poco preparado en este campo.
*
Nunca le creas
ni media palabra a la papaya
andá a saber con qué cara
se levanta de la siesta
parece un melón
cambiando de humor a cada rato
es fruta de agua
y la Luna hace lo que quiere
con sus mareas
(la papaya tiene cara de poeta
que ya no se afeita)
- Juan Lima (textos, ilustraciones y diseño), Botánica poética. Calibroscopio: Buenos Aires, 2015. ISBN 978-987-1801-90-9.
¿Cómo puedo comprar este libro?
Hola, Rocío. Según de dónde escribas… Si es desde España, no sé exactamente qué distribución tiene Calibroscopio; si en tu librería habitual no te lo pudieran conseguir con el número de ISBN, ¿quizá puedes hablar directamente con El petit tresor?
Mil gracias. Preguntaré en mi librería.