La ratita presumida, contada por Rodorín

El admirable titiritero y narrador Rodorín (José Antonio López Parreño), contando la historia de La ratita presumida con campanillas y otros objetos de madera con música. Hay un álbum editado por Kalandraka en 2002, ilustrado por Pablo Mestre con fotografías de los mismos objetos usados en la narración, que a mi entender compensa tomar como un guión para animarse a rebuscar por los cajones y hacer teatro en casa con lo que sea que pueda moverse en las manos y sonar. Vi el vídeo de esta joya del arte de lo pequeño en Corre con el cuento.

15 Respuestas a “La ratita presumida, contada por Rodorín

  1. Magistral.

  2. No me gusta mucho esa palabra, pero con Rodorín te aseguro que se me ocurren pocas más…

  3. Es la palabra que me vino al coco cuando vi el video. Podrían haber sido dos: simplemente genial, pero es lo que tiene estar tantas horas delante del pc preparando un proyecto de animación lectora bastante lioso. Ha sido como salir al recreo y respirar hondo.

    Caray ahora sí que me he explayado.

  4. Hola, Inma:

    Siento que el comentario me ha quedado borde. Quería decir solo: «Mira que intento resistirme a usar esa palabra, para que no se me desgaste y tenga toda su fuerza cuando la necesite de verdad; pero aun así, en el caso de Rodorín, solo sé quitarme el sombrero y aplaudir hasta que me duelen las manos».

    Suerte con el proyecto.

    Un abrazo

  5. Jaja, para nada me ha sonado borde.

    Besos

  6. ¡Vaya por Dios! Tendré que ser más bruto la próxima vez… 😉

  7. Uyyy, que bien suena eso. Jajajajaja

  8. Pingback: Rodorín cuenta La ratita presumida « Cuaderno Bibliotecario Juvenil

  9. No conocía a Rodorín, así que la sorpresa ha ido mayúscula (o por lo menos «versalita», no sea que al huésped le disguste el énfasis …-:). El pequeño zoo campanillero es asombroso. Para mi gusto, lo más logrado, además del hallazgo de la repiqueteante protagonista, es el gato, sí señor. Y la dramatización toda. Qué delicadeza. Gracias por compartirlo.

  10. Gonzalito:

    Corte y pegue mil veces la frase «No seré miserable con mis halagos». Y que no le vea usar ninguna macro de repetición, ¡o le haré declamar en rubendariol por una semana!

  11. Bueno, yo mismo me lo he dicho, hala.

    La explicación (pa mí la perra gorda) es que con cerca de 400 notas, sería un poco difícil (y sobre todo huero) dar crédito a tantos ejercicios de maestría. Es más útil olvidarse de fanfarrias e intentar ir al detalle a ver qué funciona y, en lo posible, por qué. Como haces tú, Alfredo, en tu magistral comentario. 😛

    Y bueno, por dejar un párrafo en serio, creo que en Madrid es relativamente fácil ver a Rodorín por bibliotecas. Hay un aspecto que va más allá de lo que muestra el vídeo y es su capacidad de meterse a los niños en el bolsillo.

    Un abrazo

  12. ¿Sólo a los niños? Doy fe que también a las abuelitas

  13. ¿Por ti lo dices? Ja, tú no cuentas, que sigues llevando a la niña dentro… 😉

  14. No lo conocía. Excelente para trabajar con las más pequeños.-

  15. ¡Cuánto tiempo, Andrea! Me alegra saber de ti. Retomé por cierto Facebook, pero ahora no te encuentro allí, aunque te busqué; búscame tú pues, si te apetece. 🙂

Comentarios