Seis cortázares y nueve baudelaires

En los últimos años ha sido habitual «aislar» varios relatos de, por ejemplo, Gianni Rodari e ilustrarlos como álbum, con buenos resultados. Gustavo Puerta hablaba de la calidad de varios de ellos en su especial de verano. Un movimiento parecido, pero ahora con un autor consagrado «para adultos», están viviendo los cuentos de Cortázar. A la propuesta de Cortázar-Urberuaga-Libros del Zorro Rojo (reseña de La tormenta en un vaso y de Ana Lorenzo, de Jorge Gómez, de Gustavo Puerta) se suma Aplastamiento de las gotas, de Cortázar-Odriozola-Laberinto de las Artes (Babar). Seis cortázares, si no me fallan las cuentas.

En su conjunto, el fenómeno es más bien de fusión, como el flamenco de hace unos años. En efecto, parece que se consolidan igualmente los libros ilustrados para adultos y jóvenes (de edad o de mente), y para ello, resulta que toman como base los clásicos del XIX y principios del XX, sobre todo. De modo que también en las fechas, no solo en el público o el formato, hay fusión: lo nuevo es ilustrar de nuevo lo viejo, con lo que se escupe en la tumba del genio y la originalidad románticos y se vuelve al sano concepto de la imitación renacentista: lee a los buenos y serás de los nuevos. Eso suman hasta nueve baudelaires: el de Charles Baudelaire-Louis Joos-Carmen Morales-Claude Dubois-Nórdica (Nórdica-Ilustrados) y otro que llega ahora mismo, el de Baudelaire-Pat Andrea-Jaime Siles-Zorro Rojo (Libros del Zorro Rojo -adultos y juvenil). Fusión, confusión, creación, poesía clásica, relatos de vanguardia ya clásicos e ilustradores de toda índole: vida editorial en ebullición, como debe ser.

4 Respuestas a “Seis cortázares y nueve baudelaires

  1. Pues bienvenida sea esa iniciativa. Es una buena manera de recordar a los clásicos.

  2. Por mí, bienvenida, pero le pondría condiciones: ilustraciones de calidad (si hablamos de álbumes) y más respeto por el resultado concreto que por la categoría del nombre. Aunque la indirecta va para la prensa, y bueno, no es novedad que (con unas pocas salvedades) no entiende de literatura infantil y no le interesan más que las cifras y los Nombres. En otro campo, genial. Hoy uno de mis críos (uno de P5) se partía de risa con el oso «¡que baja por las cañerías!», y eso sí me merece crédito.

    Dejé un comentario en tu blog, que me pareció muy interesante.

  3. Claro, eso ya da para abrir otro debate: ¿hasta dónde debemos ser permisivos sin que por ello sacrifiquemos la calidad? ¿dónde está el límite?…
    Muchas gracias por el comentario que has dejado en mi blog, que es de los que suben la moral. Saludos.

  4. De nada, gracias a ti. Y a vosotros, como colectivo. Yo sopesé en su momento, a medio CAP, mi ruta, y descarté la enseñanza en Secundaria por varias razones (que no vienen al caso). Pero leyendo muchos de vuestros blogs me pica el gusanillo sin remedio, me contagiáis la pasión.

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