Secuestro, de Mar Pavón

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SECUESTRO…

Al Toro de Lidia
lo han secuestrado.
Se lo han llevado
a la Maestranza.
¡No hay esperanza!

(Por supuesto, Lidia
denunció el secuestro.)

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La poesía de Mar Pavón es relativamente atípica en nuestra tradición, pues con frecuencia se basa más en la ocurrencia o el chiste que en la expansión lírica. Yo diría que la tradición de la poesía infantil en castellano (y quizá más aún en catalán, lengua en la que también escribe la autora) es en general muy seria, a veces humorística, pero casi nunca chistosa. Probablemente se trate de uno de esos casos en los que las preferencias de los niños lectores y las de los adultos mediadores no cuadran, porque, con diez años, ¿a quién no le gustaba un chiste?

  • Mar Pavón, Desmadrario. Ilustraciones de Anna Hermoso. CEDMA (colección Caracol, 17), Málaga, 2003. ISBN 84-7785-552-8.

5 Respuestas a “Secuestro, de Mar Pavón

  1. Enrique Cordero

    Mar Pavón se mueve por esa línea cómplice y empática que a mí, sinceramente, me parece indispensable en la literatura infantil. Tan indispensable, por otro lado, como la línea contraria: la rompedora, la retadora, la que se arriesga a no llegar nada más que a los adultos y, quizá, a algún que otro niño con una sensibilidad destacada o especial. De donde no hay que salirse nunca es de esa línea, díficil a veces de delimitar, que llamamos «calidad».
    Por cierto, uno de los poemas infantiles más hermosos que conozco es precisamente de esta autora, y no es precisamente chistoso. Lo reproduzco, con su permiso, aunque es el que encabeza su página web:

    No se nada
    de física cuántica,
    lo confieso.
    Sólo soy
    una ingenua romántica
    que estudió
    las leyes del beso.
    Sólo eso.

  2. Enrique, lo pones difícil para no estar de acuerdo contigo, porque esa línea indefinible, sin duda, es la única que importa.

    Mi reflexión no pretende poner a nadie por encima de nadie, ni unos modos por encima de otros (aunque yo, como lector, lógicamente tengo mis preferencias, y el hecho de incluir una antología personal en este web me permite disfrutar sin manías de mis preferencias). Parte más bien de la curiosidad de constatar que la tradición española de la poesía para niños es en su conjunto más lírica y sentimental que, por ejemplo, la inglesa, que es más lúdica. Y lo relaciono con varios aspectos, pero quizá sobre todo, con el didactismo que impone la presión editorial mayoritaria. Dicho de otro modo, yo echo en falta en la literatura española (quizá existe y yo no sé de él) un Shel Silverstein, que puede ser tan moral como el que más, pero siempre es lúdico y puede ser muy gamberro, y aunque la traducción apenas lo refleje, incluye mucho trabajo literario, por no hablar del dibujo. No lo echo en falta porque sea bueno y lo nuestro malo, sino porque creo que nuestro panorama conjunto está desequilibrado hacia el lado contrario.

    Además, que me gusta echar piedras sobre mi tejado, digo ahora sobre el de los críticos, porque juzgar y valorar es sano y necesario, pero no puede ser, justamente, acrítico consigo mismo.

    Un abrazo

  3. Hola Gonzalo y Enrique, da gusto leer vuestras reflexiones. Os mando un saludo. Hoy en Rubielos de Mora (Teruel) respirando tranquilidad y naturaleza. Un fuerte abrazo.

  4. Enrique Cordero

    Hola, Pedro. Hola, Gonzalo. Da gusto estar entre amigos que trabajan (y se divierten) con la palabra poética. Que se eche en falta aquí esa poesía infantil más juguetona (más anárquica, si se prefiere el término), quizá sea sólo cuestión de tiempo. Creo que en ese género, mucho más en España que en Hispanoamérica, todavía pesa mucho la tradición.
    Un abrazo a los dos y que disfrutéis de vuestras vacaciones.

  5. Pedro: me alegra saludarte y te deseo unas buenas vacaciones y un buen descanso.

    Enrique: quiero pensar que sí. A fin de cuentas, por mencionar un factor extrapoético pero que influye en los panoramas generales de la creación, este es el periodo democrático y pacífico más largo de la historia de España. Ya tiene que ir habiendo tiempo para el humor y el disparate en todas sus formas.

    Un abrazo

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