‘San Isidro Labrador, muerto le llevan’ (popular)

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MUERTO LE LLEVAN

San Isidro Labrador,
muerto le llevan en un serón,
el serón era de paja,
muerto le llevan en una caja,
y la caja era de pino,
muerto le llevan en un pepino,
el pepino era de a cuatro,
muerto le llevan en un zapato,
el zapato era ya viejo,
muerto le llevan en un pellejo,
el pellejo era de aceite,
muerto le llevan a San Vicente.
San Vicente está cerrao,
con el moño colorao,
le agarraron de una pata
y le tiraron a un tejao.
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  • 100 temas infantiles, por Joaquín Díaz. Fundación Joaquín Díaz. En los comentarios, recojo variantes, músicas y formas de jugar.
  • [Mayo de 2019: actualizo el enlace a la fuente]

12 Respuestas a “‘San Isidro Labrador, muerto le llevan’ (popular)

  1. Qué de tiempo que no dejo aquí un comentario. Pero hoy no podía pasar sin hacerlo. Los cinco LP de los temas infantiles de Joaquín Díaz todavía me contemplan desde la balda inferior de la librería de mi salón. Leer tu entrada me trae los recuerdos de cuando los escuchaba (y los cantaba, con mis horribles desafines) primero con mis sobrinos y luego con mis hijos: El marqués de Mochales que tejía guantes de lana, Pepito que subió a la vía y fue atropellado por el tren, Basilisa que iba a misa remendando la camisa, el gallo Kirico, y los noventa y tantos temas más. Un verdadero placer, este año voy a ver si aprovecho alguno en mis clases. Gracias y un abrazo, Gonzalo.

  2. Es curioso cómo la tradición popular siempre se tiene en poco, más allá de entre los autores del 27 y los especialistas, y sin embargo, es una lección pasmosa de eficacia. Oyes una canción por vez primera y, de golpe, te parece que la conoces de toda la vida, que ya no sabes si la desconocías o si solo no la recordabas…

    Muchas gracias por tu comentario (aquí y en lo de Cunqueiro). Espaciados o no, no importa lo más mínimo, las puertas están siempre abiertas.

  3. Me parece genial que te afanes en recupar esa tradición, huele a tiempos felices, a tiempos en que la luz era nueva cada día, en que la mañana era siempre una promesa. Eramos niños, quizá debemos volver ahí con el tiempo.

    Gracias por llevarnos un poquito ahí.

  4. Gracias por tu comentario, Juan. No sé si verdaderamente me afano en recuperar (yo no soy Joaquín Díaz), pero sí que sigo disfrutando la tradición popular como si fuera un niño, por su eficacia, pero también por su capacidad de sorprender, por ejemplo en las asociaciones. Un saludo cordial

  5. Dos versiones (texto y grabación) recogidas por Pep Bruno en Cuenca: http://www.pepbruno.com

  6. En la página «Juegos y diversiones de Madrigal» se cuenta una forma popular de usar esos versos, en el juego del «burro» (la dola, la pídola):

    1. Había juegos que no necesitaban de nada para jugarlos. Bastaba con correr y saltar y cierta habilidad para hacerlo. Uno de estos juegos era la dola. Uno de los jugadores, señalado por sorteo, se ponía doblado por la cintura, con las manos apoyadas en las rodillas. Era el «burro». Los otros jugadores saltaban por encima de él, apoyando las manos en su espalda, mientras cantaban o recitaban unos malísimos pareados: «A la una, daba la mula. A las dos, daba el reloj. A las tres, los tres niñitos de San Andrés. A las cuatro, el tortazo (y se daba al burro un tortazo en el culo). A las cinco, el pellizco. (Pellizco al burro). A las seis, baja el perrito a beber. A las siete, el cachete (se daba otro golpe al burro). A las ocho, el bizcocho. A las nueve, baja y bebe. A las diez, dale el espolique y échate a correr. (Golpe con el talón al momento de saltar y a correr).
    2. Había otro recitado para la dola sin espoliques ni cachetes. Se cantaba así, más o menos: San Isidro labrador/ muerto le llevan en un serón/ el serón era de paja/ muerto le llevan en una caja/ la caja era de pino/ muerto le llevan en un pepino/ el pepino era de aceite/ muerto le llevan a San Vicente/ San Vicente ya era viejo/ muerto le llevan en un pellejo/ el pellejo era de vino/ muerto le llevan hasta el espino. Y seguía más, pero yo no me acuerdo de esos pareados que nos hacían pasar horas jugando a dola.

  7. En la tradición popular, casi cualquier elemento puede cambiar. Para los finales, la entrada de Pep Bruno, arriba. Para el principio, en Orellana la Vieja, de Badajoz, según esta fuente, la historia no se atribuía a un San Isidro muerto de entrada, sino que eligen otro personaje y le buscan a su muerte una explicación cotidiana: «Periquillo el aguador / fue a la fuente y se ahogó / muerto le llevan…»

  8. che como es el nombre del autor de ‘San Isidro Labrador, muerto le llevan’ (popular) y su biografia ?

    • Hola, Alan: cuando se indica que es un poema popular, significa que pertenece a la tradición que canta el pueblo, sin que se pueda saber quién lo escribió. Entre otras cosas, porque esos poemas no tienen una forma, sino muchas; casi en cada pueblo en que se cantan o dicen hay alguna variante. Alguien lo inventaría; a alguien se le ocurriría, pero no sabemos a quién. Y luego cada uno que lo canta es un poquito un autor, si inventa cosas nuevas.

  9. jorge willson aguirre

    hola quisiera saber que clase de texto es este es para una tarea de mi hijo y no lo se muy bien… Les agradeceria mucho

  10. Eduardo MorenoLópez

    Me acuerdo de esta cancioncilla, pero jamás he oído la barbaridad que incorporan al final.
    Si fuera posible me gustaría saber de donde ha salido. Si no hay soporte histórico, me gustaría quitase ese irrespetuoso final.

    le agarraron de una pata
    y le tiraron a un tejao.

    Muchas gracias y, si estoy equivocado, le ruego disculpas. Un abrazo.

  11. Eduardo, la realidad ocurre sin pedir permiso, le guste o no a los oyentes y lectores de los textos. En cuanto a su petición de censura, no sé si reír o llorar, pero para complacerle me siento viejo, y supongo que Joaquín Díaz, algo más que yo. Las canciones populares con giros más o menos irrespetuosos (los niños ya no saben quién es Franco pero siguen cantando que «tenía el culo blanco») existen desde que tenemos constancia escrita de que hay canciones populares y probablemente forman parte de los mecanismos más básicos del ser humano, que para su equilibrio (creo yo) necesita tanto afirmar valores como reírse hasta de lo más sagrado. En cualquier caso aprovecho para actualizar el enlace a la fuente: https://funjdiaz.net/a_canciones2.php?id=343.

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